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Las líneas de Ariquilda y su conexión celestial


Un grupo de profesionales se dedicó a registrar e investigar las relaciones astronómicas y espaciales de los geoglifos de Alto Ariquilda gracias a un proyecto financiado por el Servicio Nacional del Patrimonio Cultural. ¿Los resultados? Ya vienen. Y de forma didáctica, dicen. Aunque leyendo acá, algo se enterará.


Sussy Luetta Matta

Una arqueóloga, un arquitecto, un astrofísico y un periodista -metido hasta las masas en todo lo que guarda relación con la divulgación científica- se embarcaron en un proyecto que pretende registrar e investigar las relaciones astronómicas y espaciales de los geoglifos de Alto Ariquilda. Una zona poco explorada, escasamente valorada y vergonzosamente desprotegida que, junto con sorprender con grabados de círculos, chakanas, espirales y otras figuras zoomorfas y antropomorfas instaladas en distintas posiciones, destaca por la impresión perfecta de dos líneas rectas de alrededor de 300 metros que, al igual que las figuras de Nazca, en Ica, Perú, se aprecian muchísimo mejor desde las alturas.

-¿De qué va el proyecto?

“Lo primero que teníamos en mente era identificar, registrar, georreferenciar y mapear el sector de geoglifos de Alto Ariquilda y, a través de esta georreferenciación, investigar sus posibles relaciones con eventos astronómicos visibles al ojo humano, como son, solsticios, equinoccios, salidas y puestas de luna, sol, planetas y constelaciones andinas”, comenta Pablo Trincado, el arquitecto que las oficia como jefe del lote donde también está Gabriela Tippmann, Basilio Solís y Carlos Aracena. Profesionales de diversas áreas que, de cierta forma, también siguen las huellas de los famosos arqueólogos, tan nortinos como ochenteros, Luis Briones y Juan Chacama.

-¿Y con qué se han encontrado?

“Definitivamente el lugar tiene dos orientaciones bien definidas, pues la primera línea está vinculada con una fecha cercana al equinoccio, mientras que la secundaria se emparenta con el solsticio de invierno, por lo que está directamente relacionada con el 21 junio”.

-Con el Machaq Mara e Inti Raymi

“Bueno, estos dibujos preceden a los Incas. Y eso es importante resaltarlo, pues datan, más o menos, del año 900 después de Cristo. Es decir, hace más de mil años atrás. Ahora, la gracia del lugar es que es un sitio de paso de las caravanas que atravesaban Tarapacá, Arica, Perú y Bolivia con un dinámico intercambio cultural que es posible ver en los tipos de dibujos que se repiten en estos lugares.

-¿Su sitio ceremonial?

“Este es un lugar de descanso en los largos trayectos por el desierto y de ritualidad andina, hacia los cerros, el sol, el cielo y la vida en general. Los geoglifos de Ariquilda, dibujados en el suelo del desierto, son un calendario monumental, que se alinea hacia el equinoccio y el solsticio, marcando momentos importantes del año para la vida de esa época”.



Por el cielo

Trincado advierte que esta relación entre las líneas de la tierra y la posición de salida y tránsito de astros será parte de un material didáctico que repartirán prontamente para divulgar los resultados a toda la comunidad local, nacional e internacional.

“Una vez concretado este modelo explicativo de lugar y su firmamento, nuestra estrategia de divulgación apunta a mostrar esta investigación a las autoridades, comunidades originarias, comunidad educativa de la comuna, a los operadores turísticos y a la comunidad en general, con el fin de poner en valor este sitio para ser visitado de forma responsable.

De igual forma, el arquitecto indicó que los principales beneficiarios serán las comunidades circundantes, la comunidad científica y toda la comunidad nacional en general, puesto que conocerán más elementos que componen nuestra cultura.

“Los operadores turísticos podrán visitar el sitio de forma responsable, así como los astrónomos, los arqueólogos profesionales y los aficionados interesados tendrán una planimetría actual para hacer sus observaciones, mientras que las autoridades del país podrán tomar todas aquellas medidas de protección que requiere el sitio”.

-Ese es un temón.

“Sí. Actualmente los geoglifos de Ariquilda se encuentran sin medidas de protección, resguardo o información y, debido a esto, es que se han generado serios daños por el paso de vehículos sobre los dibujos. Y por esta misma necesidad de protección y puesta en valor para la comunidad, nos propusimos construir un relato sobre su relación con su cúpula estelar”.

-Eso me suena a ovnis al toque. ¿Hay algo ahí?

“Estos dibujos se orientan al cielo, por lo que la comunicación hacia lo alto, hacia arriba, es evidente. Ahora, que haya vestigios, huellas o evidencias que hagan suponer que una nave espacial aterrizó ahí, la respuesta es no. No hay evidencia”.

-Extraterrestres lovers tristones desde ahora, ya.

“Para. Lo que digo es que en el sitio, al menos, no hay registro que se vincule a naves que hayan aterrizado. Pero claro, si me preguntas si los dibujos están vinculados con algo celestial o estelar, yo creo que sí”.



Por el suelo

El proyecto co financiado por la Convocatoria 2020 del Fondo del Patrimonio Cultural, administrado por el Servicio Nacional del Patrimonio Cultural, nace después de que Pablo y Carlos Aracena se aburrieran de diseminar sus fotos, preguntas y reclamos por las redes sociales.

“A Carlos lo conozco hace mucho tiempo y compartíamos información sobre arte rupestre, no solo de petroglifos o geoglifos, sino que de dibujos que capturábamos en todos lados. A veces juntos, a veces cada uno por su lado. La historia hasta ahí era recorrer, pero en un minuto dijimos ya, dejemos que esto sea una especie de hobbie y hagamos algo más profesional. Más en serio.

-Y Ariquilda fue el comienzo.

“Sí, hay un montón de cosas súper bacanes e importantes desde el Perú hasta Quillagua, que es el rango donde están ubicados los geoglifos. Algunos hablan de Copiapó también, pero no me consta. La cuestión es que Ariquilda, a diferencia del 90 por cierto del material relacionado, no está en laderas de cerros, sino que en el suelo. Igual que en Nazca”.

-Tiene su encanto.

“Este lugar es único, importante, distinto y enorme. Tiene un kilómetro de largo por 500 metros de ancho. Algo así como diez a doce cuadras por seis o siete de ancho. Es un lugar monumental que nadie conoce. Ni siquiera las comunidades, porque está arriba de la quebrada”.

-Y ahora tiene custodios.

“No solo eso. Fíjate que toda la información ingresará a un sistema denominado Building Information Modelling. El BIM, que no lo he visto usar para otros sitios de arte rupestre de Chile, el que sirve para integrar el sitio patrimonial a un sistema de trabajo que tiene una base de datos gráficas que se puede actualizar infinitamente”.

-Esa onda.

“Sí, uno va cargando y actualizando. Lo mejor de todo es que se pueden ver hasta los dibujos que están tapados por la tierra y claro, ya no tenis que ir a miles de archivos y fotos ni vincular GPS para contrastar material y ver qué se exploró en el 72′. Ahora todo está en un solo sistema de información. Y eso es un golazo que nos mandamos”.